Después de ver los resultados del proceso de este 24 de febrero creo que queda bien claro que Raúl prefiere en su entorno más cercano a viejos amigos del Segundo Frente que incluso a “cuadros” más jóvenes por muy “confiables” que estos sean. Tampoco quiere dejar nada a la suerte de la madre naturaleza, pues si por alguna razón él no puede continuar gobernando, su viejo compañero Machado Ventura sería el suplente. Con la presencia de los generales Casas Regueiro y Colomé Ibarra, dirigiendo las FAR y el MININT respectivamente, los militares obtienen la representación que ellos esperan y garantizan el control en una posible ausencia de Raúl. En esa situación, Machado Ventura (persona con muy bajo apoyo popular, de hecho el menos votado) necesitaría para gobernar el total apoyo de los generales y a su vez el país no tendría un nuevo líder militar. La elección del nuevo gabinete demostró que no desean ni de casualidad probar si Lage pudiera convertirse en un “Gorbachev” ante la posible desaparición de Fidel y Raúl.
Es claro que vendrán algunas reformas económicas para tratar de mejorar la crítica situación actual, pero creo que no se moverá una sola pieza ni en el sector económico ni político que pudiera poner en peligro el férreo control gubernamental. Por otra parte, otro elemento que el gobierno seguirá muy de cerca es el desarrollo de la carrera presidencial en los EU, podemos esperar algunos discretos pasos si consideran que estos facilitarían el establecimiento de negociaciones con el nuevo inquilino de la Casa Blanca.
Honestamente creo que la única posibilidad de hacer entender al gobierno sobre la necesidad de un diálogo plural, es que los cubanos que deseamos un país más incluyente logremos un alto nivel de convocatoria, basado en algún proyecto que contemple tanto a los que viven adentro como afuera de la isla. De lo contrario será muy difícil sentar al gobierno a dialogar.
Una estrategia errónea por parte de la actual dirigencia del país podría ser tratar de ganar tiempo estableciendo ciertas esperanzas en aliados internacionales. Esperanzas que también le ayudaría para buscar mas apoyos económicos y políticos, mientras en casa solo aplica tímidas transformaciones. Podemos asegurar el fracaso porque los problemas actuales van más allá de una crisis económica. En este escenario se correría el riesgo de desembocar en un desenlace similar al ocurrido en Tiananmen, con la gran diferencia que Cuba no es una potencia mundial como China y es completamente predecible que la reacción internacional será mucho más severa, además del terrible costo humano.
Creemos que la única vía real seguirá siendo el diálogo y el acuerdo entre todas las partes, así ha ocurrido en muchos países y creemos que Cuba no deberá ser la excepción. Los días venideros serán muy importantes para dar más luz al futuro. Debemos analizar muy bien las señales y decidir nuestras propias estrategias.
Es claro que vendrán algunas reformas económicas para tratar de mejorar la crítica situación actual, pero creo que no se moverá una sola pieza ni en el sector económico ni político que pudiera poner en peligro el férreo control gubernamental. Por otra parte, otro elemento que el gobierno seguirá muy de cerca es el desarrollo de la carrera presidencial en los EU, podemos esperar algunos discretos pasos si consideran que estos facilitarían el establecimiento de negociaciones con el nuevo inquilino de la Casa Blanca.
Honestamente creo que la única posibilidad de hacer entender al gobierno sobre la necesidad de un diálogo plural, es que los cubanos que deseamos un país más incluyente logremos un alto nivel de convocatoria, basado en algún proyecto que contemple tanto a los que viven adentro como afuera de la isla. De lo contrario será muy difícil sentar al gobierno a dialogar.
Una estrategia errónea por parte de la actual dirigencia del país podría ser tratar de ganar tiempo estableciendo ciertas esperanzas en aliados internacionales. Esperanzas que también le ayudaría para buscar mas apoyos económicos y políticos, mientras en casa solo aplica tímidas transformaciones. Podemos asegurar el fracaso porque los problemas actuales van más allá de una crisis económica. En este escenario se correría el riesgo de desembocar en un desenlace similar al ocurrido en Tiananmen, con la gran diferencia que Cuba no es una potencia mundial como China y es completamente predecible que la reacción internacional será mucho más severa, además del terrible costo humano.
Creemos que la única vía real seguirá siendo el diálogo y el acuerdo entre todas las partes, así ha ocurrido en muchos países y creemos que Cuba no deberá ser la excepción. Los días venideros serán muy importantes para dar más luz al futuro. Debemos analizar muy bien las señales y decidir nuestras propias estrategias.
1 comentario:
Buen post.
Te dejé un comentario en el primer post de la propuesta.
Saludos,
Al Godar
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